Rutas y paseos en familia por el Cabo de Palos
La Costa Cálida murciana está llena de localidades y enclaves naturales por descubrir. Precisamente ese es el objetivo de muchas de las rutas que se pueden realizar por el litoral de poblaciones como la de Cabo de Palos. Un plan ideal para las vacaciones con los más pequeños de la casa es un paseo en familia por el Cabo de Palos.
Cabo de Palos es una población de gran tradición pesquera y que actualmente cuenta con un importante desarrollo turístico. Esta zona está muy cerca de Cartagena y es la puerta de entrada a la Manga del Mar Menor y a zonas de alto valor ambiental como el Parque Regional de Calblanque.
La belleza y singularidad de estos paisajes es la que ha convertido a las rutas de Cabo de Palos en una de las mejores opciones para todo tipo de viajeros, tanto en solitario como en familia.
Para poder conocer la zona en la próxima escapada proponemos tres rutas sencillas que se pueden realizar con los más pequeños para pasar un día de turismo diferente. Si buscas planes con niños en La Manga estas tres alternativas son una estupenda opción.
Ruta Cabo de Palos – Calblanque
El Parque Regional de Calblanque es uno de los grandes atractivos que presenta la zona de Cabo de Palos. Por eso no es de extrañar que la ruta de Cabo de Palos a Calblanque sea una de las más atractivas para senderistas aficionados y profesionales.
Esta ruta arranca desde el puerto de Cabo de Palos, desde el cual hay que dirigirse hasta la parroquia de Santa María del Mar, muy cercana a la costa. Una vez allí es el momento de seguir el sendero que se encuentra a pocos metros del agua hasta llegar a una pasarela que lleva a una pequeña cala.
El ascenso comienza desde esta cala, alcanzando una zona de casas blancas que conduce a un mirador desde el cual se pueden disfrutar unas increíbles vistas de Cabo de Palos. El camino continúa ascendiendo hasta otro mirador, pasando por Cala Marina.
Llegados hasta este punto es el momento de descender, recorriendo la parte alta de la Cala de las Flores, una de tantas que salpican el litoral de la zona de Cabo de Palos. Una vez en la parte alta de esta cala es necesario seguir descendiendo para entrar en dicha cala, desde la cual se avanza en torno a un kilómetro para alcanzar la siguiente, la Cala de Descargador.
Para seguir el camino es necesario cruzar la Cala de Descargador hasta alcanzar las escaleras que llevan a la calle. Dicha calle es la que permitirá enlazar con el sendero que sigue por la costa y que conduce hasta la Punta de los Saleros, un lugar ideal para el esnórquel.
Este es el momento ideal para tomarse un descanso, ya que la ruta está a punto de terminar. Al igual que en cualquier otra ruta que se vaya a realizar, tanto en solitario como con niños, es altamente recomendable llevar siempre agua y snacks para la ruta.
Atravesando la Punta de los Saleros se alcanza la Cala Reona. Esta es una de las calas más populares y es también la entrada al Parque Regional de Calblanque. Desde aquí se inician los senderos que recorren el parque y que se pueden consultar en los numerosos carteles de información que se encuentran en este punto.
Una ruta sencilla y cómoda para toda la familia con la que disfrutar de la naturaleza además de las aguas de la Costa Cálida. Tiene una duración de unas dos horas y media en la que se recorren unos 9 kilómetros desde el inicio pero realmente puedes acortarla o alargarla tanto como quieras.
Senda Geominera de Calblanque
El Parque Regional de Calblanque concentra gran parte de la riqueza natural del área de Cabo de Palos. La senda geominera del Parque Regional de Calblanque es la ruta ideal para conocer este parque en familia, disfrutar de unas visas espectaculares y conocer el litoral. Esta excursión os permitirá conocer una de las mejores playas del mediterráneo español y disfrutar de un inolvidable baño en Calblanque. Será el broche final a una bonita caminata.
El origen de esta senda se encuentra en la actividad geominera de la zona y alcanza desde Cala Reona, el límite oriental del parque, hasta las Salinas de Rassall.
La ruta arranca en Cala Reona, una zona en la que encontramos crestas y surcos que conforman un paisaje muy diferente al de las largas playas de arena clara de la región. Desde Cala Reona se accede al parque en dirección a la siguiente parada, Punta Loba.
En Punta Loba se pueden apreciar claramente las huellas de la actividad minera en la zona, como una gran galería abierta que por precaución para los senderistas y con objetivo de evitar caídas está actualmente balizada.
Continuando la ruta desde Punta Loba se alcanza el Cerro del Atalayón. Este monte jugó un importante papel en el pasado minero de la región, ya que en él se encontraba una gran cantidad de plata, hierro y plomo.
Punta Barriga y la Cala de los Déntoles son las siguientes paradas de la ruta, donde las huellas de la actividad tectónica y la acción del mar están presentes en la orografía del terreno.
Desde la Cala de los Déntoles se llega al Mirador de Punta Negra. En este mirador se pueden encontrar las famosas dunas fósiles de Calblanque, petrificadas con el paso del tiempo. Tras recorrer las dunas se llega a Cala Magre, con un paisaje de tonos rojizos debido a la presencia del óxido de hierro.
El último punto antes de llegar a las salinas es Punta Blanca, el lugar que da origen al nombre de Calblanque debido al color blanquecino de las dunas fósiles que se encuentran en ella y que son Reserva Geomorfológica del Parque Regional. Además, también es posible observar un paisaje de dunas móviles en las que sentirse como en el desierto.
Las Salinas de Rassall son el último punto de esta ruta. Estas salinas fueron antiguamente dos lagunas naturales que acumulaban la lluvia de las ramblas del río. Las salinas se explotaron a principios del siglo XX, pero desde 2008 se recuperaron por su valor ambiental y ecológico. Un final de ruta perfecto para tomarse un respiro y refrescarse mientras se observa la fauna única de la zona.
Otra opción para rematar la jornada y tras un más que recomendable chapuzón en las aguas de Calblanque, nos acerca al restaurante La Cala. Este privilegiado lugar está situado en lo alto de un acantilado en La Cala del Barco, a pocos minutos de nuestro final de ruta, desde donde ofrece comida tradicional murciana con el mejor sabor a mar. Uno de los lugares más románticos para cualquier aniversario o celebración. ¡Apúntalo en la agenda!
El recorrido tiene unos 4 km (sólo ida) y la duración de este son 1 hora y 15 min por lo que es muy asequible para hacer en pareja o en familia.
Paseo de Cabo de Palos
Si la idea es pasar un rato más relajado y sin salir de Cabo de Palos también es posible. Este paseo por Cabo de Palos es perfecto para los más pequeños y así conocer este pueblo de pescadores, uno de los de mayor atractivo de la zona.
La ruta comienza en la Playa de Levante, cuyo paseo lleva hasta el faro. Un recorrido que permite ver la costa y los accesos a la playa, por si la temperatura durante el camino invita a darse un chapuzón.
Al final del paseo se desciende hasta la Cala La Galera, una cala bastante resguardada y calmada, ideal para el baño y zona que se debe atravesar obligatoriamente para alcanzar la siguiente cala del paseo de Cabo de Palos, la Cala de las Escalerillas.
Cada una de las calas que se encuentran a lo largo del paseo que conduce al faro de Cabo de Palos posee un encanto particular, y es habitual verlas llenas de vida en los días de buen tiempo. Tras la Cala de las Escalerillas se llega a la Cala Túnez, una de las pocas con arena en la zona de Cabo de Palos.
En este punto se encuentra el acceso al faro, un ascenso que se puede hacer por las escalerillas que se encuentran nada más acceder y que llevan a la base del faro, o bien por la rampa que se encuentra un poco más adelante.
Al final de este ascenso se encuentra el destino del paseo, el faro de Cabo de Palos, un edificio elevado 80 metros sobre el nivel del mar construido en 1862. El lugar ideal para apreciar algunas de las mejores vistas de la costa, Cabo de Palos y sus calas a un lado, el inmenso Mar Mediterráneo y las Islas Hormigas, y la costa de la Manga del Mar Menor.
Tras el descenso desde el faro el camino continúa pegado a la costa, siguiendo las señalizaciones que se encuentran a lo largo del recorrido. Este tramo está plagado de pequeñas casas marineras orientadas hacia la costa y con acceso a las calas que se encuentran a lo largo del camino como Cala Roja o Cala de los Muertos.
Pasadas estas calas se puede ver el espigón del puerto y su paseo. Es el fin de la ruta y la oportunidad de entrar en uno de los bares y restaurantes que se encuentran en la zona del puerto para probar el tradicional caldero o algo de pescado fresco en lugares tan emblemáticos como el Miramar.
Aunque la ruta no es demasiado larga (1 hora y 30minutos aproximadamente) recomendamos que lleves calzado cómodo, una toalla y muchas ganas de disfrutar de la naturaleza son las prendas imprescindibles para disfrutar de estas rutas en familia por Cabo de Palos y Calblanque.